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viernes, 27 de noviembre de 2015

Flash Boys

Flash Boys es una de mis últimas lecturas que revela una parte desconocida de la actual industria de finanzas y bolsa, una muy interesante obra de Michael Lewis,autor de ese clásico sobre los gestores que poniéndose cortos reventaron la burbuja hipotecaria que es La gran apuesta, uno de mis libros de finanzas favoritos que se lee como una novela.

En este nuevo libro Lewis se acerca al mundo del trading de alta frecuencia,un estilo de especulación que mueve miles de millones y que acapara actualmente buena parte del volumen del mercado, basándose en transacciones de microsegundos.

El protagonista del libro es Brad Katsuyama un broker del Royal Bank of Canada que se da cuenta de como el mercado está siendo manipulado de forma casi clandestina por unos misteriosos nuevos operadores que se mueven en la oscuridad apoyándose en la velocidad de sus ordenadores y lineas de fibra óptica, los hedge funds de trading de alta frecuencia. Con la connivencia de los bancos de inversión como Goldman Sachs o Morgan Stanley entre otros, estos operadores de alta frecuencia se dedican a colocar sus servidores lo más cerca posible de los edificios de la bolsa para llegar unos microsegundos antes a las órdenes y aprovechando esa velocidad y con órdenes muy pequeñas manipulan los precios obteniendo ganancias seguras a costa de encarecer las transacciones de los minoristas y de los fondos de inversión.

Por eso mismo una compañía crea un hilo de fibra óptica más rápido entre Chicago y Nueva York para tener más ventaja en sus operaciones, y para combatir esta situación Katsuyama crea una nueva firma de bolsa más limpia y honesta que las anteriores.

Otro momento interesante del libro se centra en la figura del informático ruso de Goldman Sachs Sergey Aleynikov,detenido y encarcelado por el FBI a instancias de una denuncia de Goldman por haber robado código informático del banco.

En definitiva un libro recomendable para descubrir los misterios y la lógica de un mercado como el actual que en principio parece más ilógico y volátil que nunca.

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